Como se dijo en la teórica, algunos cortos daban una sensación más espontánea de captar ese carácter que se trataba de retratar y en este último caso, filmar. Otros cortos más actuados a veces parecerían perderse en esa búsqueda del "carácter" y no conectarían en última instancia con la misma intensidad o complicidad que los antes mencionados.
No considero que haya que establecer una disyuntiva entre estas dos formas posibles de registro, al fin y al cabo no es más que una representación; la imagen y el sonido no son tan fáciles de definir en cuánto a las sensaciones que producen como para emitir una máxima sobre qué uso es más pertinente que otro. Quizás sí sea oportuno el análisis sobre cada propuesta en particular: qué aciertos y fallos hubo; de qué otras formas se podría haber planteado; si se entiende lo que se quiso contar; el resultado final: ¿llega a plasmar la idea original?
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